Tarta de limón y merengue. Acabaron las vacaciones y ya estoy de vuelta. Han sido pocos días, pero han sido muy intensos. Budapest es una ciudad muy agradable y espectacular. La recomiendo sin lugar a dudas y espero poder publicar algo relacionado con este destino en breve...
Mientras tanto, para volver a retomar el ritmo, os presento hoy una tarta de limón muy interesante y fácil de llevar a la práctica. Además, si tenéis interés en aprender a realizar el merengue (como lo tenía yo), esta tarta puede ser un debut muy apropiado.
Algunas recomendaciones:
- El merengue que vamos a realizar es merengue básico (o merengue francés). Básicamente, consiste en montar las claras a punto de nieve, añadiendo el azúcar a continuación. Este paso es fundamental. Hay que añadir el azúcar poco a poco, sin prisas y sin dejar de batir. Advertidos y advertidas estáis.
- La receta la he realizado con nata agria y un poquito de queso Quark (porque se me acabó la nata), pero si queréis, podéis utilizar únicamente queso Quark.
- 125 gr. de mantequilla.
- 250 gr. de galletas digestivas (o "María" de las de siempre).
- 3 limones.
- 10 gr. de azúcar avainillado.
- 1 sobre de flan (de vainilla o tradicional).
- 150 gr. de nata agria o de queso Quark.
- 3 huevos.
- 330 gr. de azúcar glass (180 para la masa de la tarta y 150 para el merengue).
Cómo hacer tarta de limón y merengue:
En primer lugar, comenzamos con la base de la tarta.
Precalentamos el horno a 200 ºC.
Engrasamos un molde desmontable para la tarta. Lo que suelo hacer es que forro el fondo del molde con papel de horno y a continuación lo engraso todo (fondo de papel y paredes del molde) con mantequilla.
A continuación, derretimos la mantequilla para que podamos mezclarla convenientemente con las galletas. Como ya habréis deducido, trituramos las galletas:
Añadimos la mantequilla derretida a nuestras galletas trituradas y mezclamos hasta que obtengamos una pasta. Esta pasta, será la base de nuestra tarta. La distribuimos uniformemente sobre la base del molde y formamos un pequeño borde alrededor (unos 2 cm. será más que suficiente).
Introducimos en el horno durante 10 o 15 minutos, hasta que veamos que la base se ha dorado.
Mientras la base se va asando, podemos preparar el relleno. Para ello, rallamos la piel de los tres limones y extraemos unos 125 mg. de zumo de limón.
Mezclamos la ralladura de limón y el zumo con el flan en polvo. A continuación, agregamos la nata agria (o el queso Quark) y removemos:
Extraemos la base de la tarta del horno. Así me quedó a mí:
Bajamos la temperatura del horno a 175 ºC.
Volvemos a nuestra mezcla de limón y queso.
Separamos, de dos huevos, las yemas de las claras. Reservamos las claras para el merengue de después.
Mezclamos las dos yemas y un huevo con 180 gramos de azúcar glass. Batimos hasta que obtengamos una mezcla espumosa:
Añadimos a la crema de huevos y azúcar la mezcla de queso y flan. Removemos bien para que todo esté correctamente integrado.
Finalmente, vertemos la mezcla anterior sobre la base de la tarta:
Introducimos en el horno y dejamos dentro durante unos 40 minutos. No obstante, considerad que este tiempo es variable, dependiendo del tipo y las características de vuestro horno. Por este motivo, lo mejor es comprobar por nosotros mismos si el pastel está hecho. Para ello, a partir del minuto 30, podemos introducir un pequeño palo de madera o cuchillo en el centro del horno. Si sale muy líquido, es porque todavía no está hecho. Tened en cuenta que no estamos haciendo bizcocho, por lo que el cuchillo o el palito no os saldrá nunca seco del todo.
Mientras se cuece nuestro pastel, podemos proceder a realizar el merengue. Esta, sin duda, es la parte más complicada de toda la receta. De cualquier manera, no os preocupéis, porque sigue siendo muy fácil.
El proceso para realizar este merengue básico es el siguiente:
- Montamos las claras. Podéis repasar la entrada donde se hablaba acerca de cómo montar las claras a punto de nieve.
- Una vez montadas, comenzamos a añadir el azúcar poquito a poco (sin dejar de batir)
Cuando estéis añadiendo el azúcar, os daréis cuenta de que la mezcla toma una consistencia densa. Esto es buena señal.
Una vez añadido todo el azúcar, seguimos batiendo durante uno o dos minutos más.
La prueba definitiva es la misma que la que hacemos para comprobar que las claras están correctamente montadas: ponemos el bowl boca abajo. Si no se cae nada, es porque todo está correctamente montado.
Aquí os dejo un detalle de cómo quedaron mis claras con el azúcar:
Ahora "untamos" el merengue encima de lo que llevamos de tarta:
Volvemos a introducir en el horno, precalentado a 150 ºC, y dejamos ahí durante 15 minutos.
Sacamos del horno y disfrutamos con familia, amigos o en soledad: como prefiráis.
Buen apetito!!!
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