Pan de dátiles y miel. En pocas horas me marcho a Budapest; pero no quería partir sin dejaros esta receta de pan de dátiles y miel que, seguramente, os hará pasar un buen rato durante estas vacaciones.
Se trata de una receta fácil, sin complicaciones, que sólo tiene un pequeño problema: el pan os va a durar menos que el chocolate en la puerta de un colegio. Creo que cuando lo saquéis del horno no seréis capaces de dejarlo tranquilo ni unos minutos, porque tiene una pinta buenísima; pero sobre todo, huele que alimenta... Vamos, que está riquísimo.
Ingredientes del pan de dátiles y miel:
- 250 gr. de harina de panadero.
- 75 gr. de harina de trigo integral.
- Media cucharadita de sal.
- 7 gr. de levadura seca (levadura de panadería).
- 200 ml. de agua.
- 40 gr. de aceite de girasol o de maíz (yo utilicé el de maíz).
- 40 gr. de miel.
- 75 gr. de dátiles troceados.
- 30 gr. de semillas de sésamo.
Preparación del pan de dátiles y miel:
Sencillísimo, ya veréis.
En primer lugar, mezclamos los dos tipos de harina y los tamizamos sobre un cuenco. Añadimos la sal y la levadura. Removemos bien.
A continuación añadimos el agua, la miel, el aceite y removemos hasta formar una masa con toda la mezcla.
Amasamos sobre una superficie ligeramente enharinada, hasta que obtengamos una masa suave y no excesivamente pegajosa.
Formamos una bola, introducimos en un bowl engrasado (yo lo unté con un poco de aceite, aunque puedes utilizar mantequilla) y tapamos con papel film. Dejamos reposar en un lugar cálido y sin corrientes durante una hora, hora y media o hasta que haya duplicado su tamaño.
Transcurrido este tiempo, extraemos la masa del bowl e incorporamos los dátiles y las semillas de sésamo a la masa. Yo reservé unas pocas semillas de sésamo para cubrir por encima el pan antes de meterlo en el horno.
Le damos la forma del molde que vayamos a utilizar y lo ponemos dentro. Previamente, habremos engrasado el molde con mantequilla.
En caso de que hayamos reservado algunas semillas de sésamo, las ponemos por encima de la masa en este momento.
Cubrimos el molde con papel film y lo dejamos reposar unos 30 o 40 minutos, hasta que haya crecido notablemente.
Introducimos en el horno, que habremos precalentado a 220 ºC. Lo dejamos dentro durante unos 30 minutos.
A disfrutar!!!
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