Pan de centeno y nueces. Una nueva receta de pan; no todo van a ser tartas. Además, el pan nos permite acompañar los almuerzos y las cenas. En esta ocasión, os traigo un pan con nueces, algo de harina de centeno y unas semillas de sésamo.
Este pan lo realicé hace un par de semanas para acompañar un poco de queso añejo que me regalaron. Recién salido del horno o pasado por el tostador, junto con un poco de aceite y queso, está estupendo. Es consistente, esponjoso y las nueces le dan un toque difícil de describir con palabras.
La receta está basada en la que vi en directo al paladar. Básicamente, he sustituido la variedad de semillas por una cantidad menor de semillas de sésamo. La harina de centeno que utilicé es harina de centeno integral (la compré en una tienda de productos naturales, porque no la encontré en ningún otro sitio).
Como de costumbre, las recomendaciones o cuestiones a tener en cuenta cuando vayamos a hacer este pan:
- La harina de trigo es harina de fuerza o harina de panadero. Se encuentra fácilmente en grandes almacenes o supermercados.
- La levadura que utilicé es levadura de panadero química. Normalmente las recetas vienen explicadas para la utilización de harina prensada. Recordad que 10 gr. de levadura prensada equivalen a unos 3 gr. de levadura química de panadero.
- Podéis cocer el pan en un molde o bien darle la forma de pan que más os guste. Si decidís utilizar un molde, deberíais engrasarlo antes de poner el pan dentro (con mantequilla, por ejemplo). Yo opté por no utilizar ningún molde.
Vamos a hacer el pan!!
Ingredientes para hacer pan de centeno con nueces y semillas de sésamo:
- 250 gr. de harina de fuerza.
- 250 gr. de harina de centeno integral.
- 350 ml. de agua.
- 10 gr. de sal.
- 7 gr. de levadura química de panadero.
- 50 gr. de nueces picadas.
- Semillas de sésamo al gusto (yo utilicé unas cuatro cucharadas soperas).
Cómo hacer pan de centeno con nueces y semillas de sésamo:
La preparación es muy sencilla. En primer lugar, vertemos sobre un bowl los dos tipos de harina y la levadura y removemos bien. A continuación, añadimos la sal y volvemos a remover.
Añadimos el agua y comenzamos a mezclar con la espátula, hasta que obtengamos una masa con la que podamos trabajar.
Trabajamos la masa sobre una superficie lisa y enharinada. Lo hacemos durante unos 10-15 minutos, hasta que obtengamos una masa más o menos suave. Os dejo un enlace al método de amasado de Richard Bertinet, que viene muy bien para este tipo de masas algo más pegajosas.
Una vez finalizado el proceso de amasado, engrasamos un bowl con aceite de girasol (o mantequilla), ponemos la masa dentro y cubrimos con papel film.
Dejamos reposar la masa durante una hora u hora y media, o bien hasta que haya duplicado su tamaño.
Transcurrido el tiempo de fermentación, añadimos las nueces y las semillas de sésamo a la masa. En mi caso lo hice sin muchos miramientos, apretando las nueces y vertiendo las semillas donde consideraba más o menos necesario. Podéis también extender la masa, verter encima la mezcla de nueces y semillas y a continuación enrollarla sobre sí misma... Como más os guste.
Una vez incorporados los frutos secos, le damos forma de pan (o del molde donde queramos cocerlo, si es que vamos a utilizar uno) y lo dejamos reposar de nuevo, durante 40 minutos, en un sitio cálido y sin corrientes. Si utilizáis un molde ponéis el pan dentro y lo dejáis reposar, claro. La cuestión es que el pan esté tranquilito y que no lo molestemos mucho...
Cuando hayan transcurrido 25 minutos, precalentamos el horno a 200 ºC.
Por fin, transcurridos los 40 minutos de esta segunda fermentación, el pan nos habrá crecido y podremos meterlo en el horno (ya lo habíamos precalentado, ¿recordáis?). Así estaba mi pan antes de meterlo en el horno. Qué bonito, ¿verdad?
Metemos nuestro pan en el horno. Al introducirlo, lo hice en el primer tercio de la altura (en alguna de las guías que está por debajo de la mitad del horno). Lo hice así para que no se me quemara por arriba.
Igualmente, a la hora de cocerlo, lo ponemos 15 minutos a los 200 ºC del horno y, a continuación, bajamos la temperatura a 180 ºC y o dejamos durante unos 30 minutos más.
Si observáis que el pan se está haciendo demasiado por arriba, podéis poner sólo calor por debajo. Todas estas cuestiones ya dependen más de las características de vuestro horno.
Qué aproveche! Espero que disfrutéis con este pan de centeno y nueces y que os paséis por aquí para comentar vuestras impresiones y resultados. Hasta pronto!!!
Yo lo voy ha hacer... a ver que tal!!!