Pan de tomate. Este fin de semana me levanté con ganas de tomarme una tostada de tomate. Sin embargo no tenía pan. Lo curioso es que disponía de harina, tomate, orégano, aceite... Vamos, que lo único que necesitaba era combinar todos esos ingredientes para tener un pan de tomate en condiciones.
No me lo pensé dos veces y al final elaboré el pan. Eso sí, tuve que desayunar otra cosa, porque el pan no salió del horno hasta un buen rato después, claro.
Esta receta de pan de tomate es realmente sencilla. Como de costumbre para este tipo de recetas, necesitaremos disponer de harina y levadura de panadero. Como ya sabéis, podéis obtener ambos ingredientes en los supermercados y grandes superficies habituales.
Respecto al ingrediente que da nombre a la receta, el tomate, consideraremos lo siguiente: podemos utilizar tomate natural, en cuyo caso pelaremos el tomate y le retiraremos las pepitas para triturarlo a continuación; o bien podemos utilizar tomate triturado (de los que venden en lata).
Básicamente eso es todo, así que manos a la obra!!!
Ingredientes del pan de tomate:
- 500 gr. de harina de fuerza.
- 1 sobre de levadura de panadero (suelen ser 5 o 6 gramos).
- 280 ml. de agua.
- 5-10 gramos de sal (yo puse unos 7 gramos, soy más bien soso).
- 55 gramos de tomate triturado.
- 15 gr. de aceite de oliva.
- 5-10 gramos de orégano (yo puse unos 5 gramos, soy más bien "sosóregano").
Preparación del pan de tomate:
La preparación de este pan de tomate es muy sencilla. Básicamente, mezclamos todos los ingredientes en un bowl y amasamos.
En primer lugar, mezclamos la harina con la levadura y removemos.
Añadimos la sal, el tomate triturado, el aceite y el orégano. Removemos ligeramente y añadimos el agua poco a poco mientras movemos el bowl para formar una masa.
Para formar la masa, lo que suelo hacer es darle vueltas al bowl con una mano y con la otra mezclar bien todos los ingredientes. Si no queréis pringaros tanto, podéis removerlo todo con una buena espátula.
Para formar la masa, lo que suelo hacer es darle vueltas al bowl con una mano y con la otra mezclar bien todos los ingredientes. Si no queréis pringaros tanto, podéis removerlo todo con una buena espátula.
Al final nos quedará esta especie de masa, con la que debemos comenzar a trabajar:
Empezamos a amasar. Como de costumbre, os dejo un enlace a la técnica de amasado de Richard Bertinet, muy recomendable para masas pegajosas (esta no lo es tanto).
Amasamos durante unos 10 o 15 minutos, hasta que nos quede una masa más o menos suave y que no se nos pegue.
Embadurnamos un bowl con un poquito de mantequilla o aceite y ponemos la masa dentro.
Tapamos con papel film y dejamos levar en un lugar cálido y sin corriente por espacio de una hora y media.
Mirad cómo levó mi masa transcurrido este tiempo. Qué alegría!!!
A continuación, amasamos muy ligeramente para eliminar el gas y nos disponemos a realizar lo que se conoce como "un pliegue sencillo" de la masa. Para ello, extendemos la masa sobre una superficie seca y limpia, hasta que nos quede una masa de un cm. de grosor, más o menos:
Dividimos mentalmente la masa en tres partes. Doblamos hacia adentro la parte superior:
Y sobre esta, doblamos hacia arriba la parte inferior:
Muy levemente, amasamos como si fuéramos a formar una barra de pan. A continuación, cortamos en trocitos de aproximadamente un cm. de espesor (o unos 60-80 gramos, dependiendo de lo grandes que queráis los panes):
Formamos bollitos con estos trozos y los ponemos sobre papel de hornear en la bandeja del horno.
Tapamos con un paño y dejamos levar de nuevo, durante unos 30 minutos.
A la mitad de esta segunda fermentación precalentamos el horno a 190 ºC (sacad los bollos del horno si los teníais dentro!!!!). Además, nos encargamos de generar vapor de agua para que la corteza de los panecillos no se nos queme.
Para generar el vapor de agua, podéis echar agua con un pulverizador sobre las paredes del horno y poner, además, un vaso (una flanera) con agua dentro del horno. Yo no tenía pulverizador, así que sólo puse una flanera llena de agua dentro del horno.
Cuando hayan pasado los 30 minutos de este segundo levado, metemos los bollos dentro del horno.
Los dejamos dentro durante unos 30 minutos, o hasta que veamos que se han dorado por arriba. Suelo ponerlos en el tercio inferior del horno (calor por arriba y por abajo).
Que aprovechen!!!
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