Mermelada de pomelos. Hoy os traigo una receta muy fácil de mermelada. En concreto una mermelada de pomelos supersencilla que realicé el domingo pasado y a la que le tenía ganas desde hace tiempo. Espero que satisfaga vuestras expectativas y que os atreváis con ella porque es realmente fácil. Con los bollos de almendras del otro día, está buenísima...
Me encanta la fruta. Para mí es como si fuera un "dulce" que puedes disfrutar después de cada comida. Lo que más me gustan son los cítricos, pero no con mucha diferencia respecto al resto de frutas: melocotones, nectarinas, sandías... Creo que voy a hacer mermeladas con todas y cada una de estas frutas.
Y a vosotros, ¿se os ocurre alguna mermelada que os gustaría preparar?
El pomelo es una fruta que no agrada a todo el mundo. Es muy ácida y tiene un sabor fuerte. Eso es precisamente lo que más me gusta a mí, qué le vamos a hacer. No obstante, en esta receta, he utilizado más azúcar del que suelo poner en las mermeladas; y lo he hecho por dos motivos:
- En primer lugar, para reducir la acidez de la mermelada y que le guste a la gente a la que está dedicada, especialmente mi chica, que tiene un gusto "más tradicional".
- En segundo lugar, para conseguir que espese con más facilidad.
- Debemos esterilizar los botes o tarros donde vayamos a conservar la mermelada. Para ello, los herviremos durante unos 20 minutos, totalmente cubiertos de agua.
- Para que se haga el vacío, rellenaremos los botes inmediatamente después de preparar la mermelada, cuando aún está muy caliente. Cerraremos con fuerza y le daremos la vuelta al bote, dejándolo así durante toda la noche.
En el caso que nos ocupa, además de los pomelos, la mermelada lleva el zumo de medio limón y media manzana rallada para ayudar a espesar. Antes de añadir el azúcar, pelamos todos estos ingredientes. Echaremos el mismo peso de azúcar.
Es habitual utilizar entre el 45 y el 65 % del peso de azúcar. No obstante, la cantidad concreta dependerá de la receta: si se trata de sabores ácidos, se utiliza un poco más (hasta el 80%). En este caso, a mí me pareció que la receta admitía hasta el 100 % del azúcar.
Y eso es todo, así que podemos irnos a la cocina:
Ingredientes de la Mermelada de pomelos:
- Un kilo o un kilo y medio de pomelos. Yo utilicé 3 y pesaban 1300 gr.
- Medio limón.
- Una manzana
- Azúcar. Para esta cantidad, entre medio kilo y un kilo.
En primer lugar, esterilizamos los tarros donde vayamos a conservar la mermelada. En una olla los hervimos durante 20 minutos. Yo utilicé una olla express. Si vuestra olla es "normal", deberíais incrementar este tiempo (al menos una hora).
Exprimimos los pomelos y vertemos en un bowl el zumo y la pulpa que nos sobre en el exprimidor. Nos quedará muy líquido, pero no pasa nada:
A continuación añadimos el zumo de medio limón y pesamos.
Añadimos a la mezcla anterior, como mínimo, el 80% de azúcar del peso obtenido. En mi caso, el zumo de pomelo, pulpa y zumo de limón pasaban 700 gr. Por ese motivo, añadí 560 gr. de azúcar. Podéis probar y rectificar luego. Si os gusta con menos azúcar, en lugar del 80% podéis poner el 65%, por ejemplo.
A medida que la mermelada se iba cociendo, fui rectificando con un poco de azúcar, para corregir el sabor y el espesor final de la mermelada. Al final utilicé 700 gr. de azúcar: 560 gr. al principio y los 140 restantes durante la cocción.
Ponemos a calentar a fuego lento el zumo de pomelo, pulpa, limón y azúcar. Removemos bien hasta que se observe que el azúcar se ha disuelto.
Una vez disuelto el azúcar, añadimos la ralladura de media manzana (piel incluida). Removemos bien y subimos el fuego a "fuego medio".
Continuamos removiendo constantemente. Lo ideal es que la mezcla no llegue a espumar mucho, dado que en ese caso "mataríamos" la pectina que contiene y es la responsable de espesar la mermelada.
Para saber si hemos finalizado, lo más útil es disponer de un termómetro de cocina. Cuando la mezcla alcance los 105 ºC, tendremos el punto de mermelada. Si no disponéis de termómetro no pasa nada. Continuad removiendo durante unos 15 minutos.
Puede parecer que vuestra mezcla es demasiado líquida, pero espesará al enfriar.
Vertemos en los tarros la mermelada y cerramos con fuerza.
Damos la vuelta a los tarros y los dejamos así toda la noche.
A la mañana siguiente, ya podemos disponer de ellos. Los etiquetamos con la fecha de envasado y reservamos hasta que los vayamos a consumir. Aguantarán, como mínimo, 12 meses.
Y eso es todo. Espero que os haya gustado esta mermelada de pomelos. Insisto: de los dos tarros que me salieron yo ya he empezado uno para probarla con los bollos de almendra y alabaricoque que hice el otro día. Os puedo decir que la combinación - junto con un poco de mantequilla, está deliciosa.
Ya me contaréis.
Buen provecho!!!
¡Hola cocinicas! Yo flipo contigo, tienes técnica,eres creativo y me encanta, pero debes de pasar más horas en la cocina que yo.
Te quería preguntar una cosa¿ los tarros los esterilizas con la olla a presión tapada? a mi me da un poco de miedo y lo hago con la olla destapada.
¡Ah! otra...¿ a que sabe el jengibre?