Tarta de yogur y cerezas con mascarpone sin horno Por fin, hoy toca tarta... Ya era hora, ¿no? Además, aprovechando que el verano está a punto de llamar a nuestra puerta por estos lares y no deseamos pasar calor cerca del horno, me gustaría presentaros una tarta sin horno muy fácil de realizar, en la que combinaremos unas cerezas de temporada, yogur y mascarpone.
Una de las cosas que más me han llamado la atención de esta tarta de yogur es la cantidad de posibilidades y variantes que nos ofrece. Podemos añadir yogur del sabor que más nos guste. Podemos añadir otra fruta que nos guste más para sustituir las cerezas... La tarta lleva algo de licor de cereza - lo que la hace ideal para tomar de postre; pero podemos sustituirlo por otro que nos llame más la atención... Creo que esto es lo que deben ofrecer las recetas de postres fáciles: deben abrir la ventana a nuestra imaginación para "jugar" con ellas y adaptarlas a nuestros propios gustos.
En cualquier caso, la receta es extremadamente sencilla. Sin considerar el tiempo de cuajado de la tarta, la tendréis lista en menos de una hora... Y además, es una tarta sin horno!!!!
Las consideraciones generales son las siguientes:
- Una de las tareas más tediosas de la preparación de la tarta consiste en deshuesar las cerezas. Os aconsejo que esto sea lo primero que hagáis cuando preparéis esta receta.
- La tarta lleva licor de cerezas (Aguardiente Kirsch). Personalmente, encuentro el sabor de este licor excesivamente fuerte. Os aconsejo que lo probéis ligeramente antes de añadirlo a la preparación para que os hagáis una idea de lo intenso de su sabor. Así podréis valorar si debéis añadir la cantidad propuesta en la receta, o incluso un poco menos. La próxima vez yo añadiré un poquito menos... También es cierto que la gente que la ha probado no la encuentra tan "aguardientada" como yo.
- Por supuesto, podéis utilizar otro licor que no sea el de cerezas.
Ingredientes de la tarta de yogur y cerezas con mascarpone:
Base de la tarta:
- 100 gr. de bizcochos de soletilla.
- 60 gr. de mantequilla.
- 4 cucharadas de licor Kirsch (aguardiente de cerezas).
- 250 gr. de queso mascarpone.
- 500 gr. de yogur natural con azúcar (ojo al dato).
- 300 gr. de cerezas frescas.
- 30 gr. de azúcar glass.
- 10 gr. de azúcar avainillado.
- El zumo de medio limón.
- 1 sobre de gelatina neutra en polvo (10 gr.).
- 4 cucharadas de licor Kirsch.
- 200 ml de nata para montar (35,1 % de Materia Grasa).
- 30 gr. de azúcar glass.
- 4 gr. (o una cucharadita) de gelatina neutra en polvo.
Introducimos el molde en la nevera y lo dejamos reposar para que cuaje.
Si no habéis deshuesado las cerezas, este es el mejor momento para hacerlo. Para que no queden dudas: deshuesamos las cerezas.
Continuamos preparando la masa o crema de yogur, cerezas y mascarpone. Para ello, vertemos en un bowl el yogur, el queso mascarpone, el azúcar glass, el azúcar avainillado, el zumo de medio limón y las cucharadas del licor que hayamos elegido (Kirsch en mi caso).
Lo batimos todo muy bien hasta que los ingredientes estén integrados homogéneamente.
Ponemos cuatro cucharadas de la mezcla anterior en un cazo, junto con la gelatina en polvo. Ponemos el cazo a fuego medio y con una batidora de mano lo vamos removiendo y batiendo hasta que observemos que la gelatina ha quedado completamente disuelta en la crema. En este momento, vertemos el contenido del cazo (es decir, las cuatro cucharadas de crema con la gelatina disuelta) sobre el resto de la crema.
Batimos todo para integrar adecuadamente la gelatina.
En este momento, mezclamos las cerezas con la crema. Básicamente, las echamos dentro de la crema y las movemos un poco con la espátula o batidor.
Sacamos de la nevera el molde donde estaba la base de la tarta y vertemos dentro la crema de mascarpone con las cerezas. Nos lo llevamos a la nevera durante, al menos, un par de horas, para que la gelatina haga su efecto y la crema se cuaje correctamente.
Transcurrido este tiempo, la tarta tendrá este aspecto después de haberla desmoldado (perdonad la foto, es la única que salió):
Ya sólo nos falta decorar la tarta. Para ello, montamos la nata junto con la gelatina y el azúcar glass. Para montar, lo que hago es que comienzo a batir a baja velocidad la nata, exclusivamente. Cuando la nata ha subido un poco, añado el azúcar y la gelatina. Entonces comienzo a batir a máxima velocidad hasta que la nata está montada.
Con una manga pastelera, decoramos la tarta como más nos guste... Ya es sólo cuestión de imaginación!!! Por último, añadimos las 8 cerezas lavadas y secadas sobre la tarta, para añadir un poco de color!!!
Y eso es todo! Como habéis visto, esta tarta de yogur y cerezas con mascarpone es una receta de postres fáciles, que os dará mucho juego para añadir las frutas y licores que más os gusten... A mí ya se me están ocurriendo otras variaciones que pueden ser interesantes. ¿Y a vosotros?
Hola, en qué momento añades las cerezas? las colocas sobre la base y luego echas la crema?y no se te mueven?