Mousse de higos. Hoy otra receta accesoria... O no. La verdad es que no lo sé. El caso es que es una receta facilísima que necesité para una tarta que os tengo preparada. Me parecía tan fácil que no sabía si subirla... Pero claro, también me parece que a lo mejor alguien en el futuro necesita hacer una mousse de higos y pensé: "¿por qué no? La subo y quizás alguien la encuentre útil algún día". El caso es que aquí está mi versión de la mousse de higos. Rápida, fácil y sin complicaciones.
En verano es muy fácil darse un paseo por el campo y encontrarse una higuera. Lo que no es tan fácil es que esa higuera tenga higos: lo normal es que estén buscados, rebuscados y más que cogidos... Pero a veces, si salimos temprano al campo (o tenemos un primo que haga el trabajo sucio por nosotros) es fácil llegar a la mesa del desayuno y encontrarse un plato de higos tiernos y dulces. Me encantan, qué os voy a decir... ¿Quien no ha paseado al atardecer en verano por el campo y se ha comido unos higos viendo cómo se pone el sol? En fin...
No me detuve mucho con las fotos porque la tarta me estaba esperando para ser terminada...
Tal y como os decía, esta receta no tiene ni la más mínima complicación. En general, cuando he necesitado hacer una mousse de frutas, la forma de operar es muy básica y sencilla:
- Trituramos la pulpa de la fruta en cuestión. Es decir, obtenemos una papilla. Si procede, la colamos para eliminar lar pepitas.
- Montamos nata con un poco de azúcar glass. En mi caso, 15 gr. por cada 100 ml. de nata.
- ¿Qué cantidad de fruta y de nata ponemos? Depende. En mi caso, suelo poner más cantidad de fruta que de nata (unos 400 gr. de fruta por cada 300 de nata). No obstante, en el caso de esta receta, las proporciones son similares: 200 gr. de pulpa de higos y 200 ml. de nata para montar.
- 200 gr. de pulpa de higos (es decir, higos pelados).
- 200 ml. de nata.
- 10 gr. de gelatina neutra (un sobre).
- 30 gr. de azúcar glass
Antonio yo te lo agradezco, me encantan los higos.