Garrapiñadas. Cacahuetes garrapiñados. Esta es una de estas recetas que casi no me da tiempo a fotografiar. Las garrapiñadas me encantan. Tanto que, a pesar de haber presentado hace muy poco las garrapiñadas de almendras, no me he podido resistir a preparar otra vez garrapiñadas, aunque en esta ocasión de cacahuetes.
Esta receta de garrapiñadas de cacahuete es fácil y barata. En un rato tendréis listo un aperitivo ideal para ir a la playa o para reponer fuerzas en mitad del día.
No ahondaremos mucho en las cuestiones preliminares. Tampoco me extenderé hoy demasiado. La receta es tan sencilla que no hay mucho donde liarse. Lo único que os indicaré es que trabajar con caramelo requiere extremar las precauciones. Os recomiendo que la cocina esté bien limpia y ordenada antes de comenzar a trabajar, de manera que no haya mucho espacio para tirar nada al suelo ni tener ningún accidente. Igualmente, os aconsejo que os dejen trabajar tranquilos y que, por supuesto, no haya menores cerca.
También es importante que los cacahuetes estén con la piel. En las fotos podréis apreciar la diferencia que existe entre los cacahuetes con piel y sin piel. El caramelo se adhiere a los que tienen piel y se resiste con los que no...
Dicho esto, nos vamos a la cocina. Tened en cuenta que la preparación es muy similar a la que vimos en su día de las almendras garrapiñadas.
Ingredientes de los cacahuetes garrapiñados:
- La misma cantidad de agua, azúcar y cacahuetes con piel. En mi caso, 265 gr.
- 10 gr. de azúcar avainillado (opcional).
Preparación de los cacahuetes garrapiñados:
En un cazo ponemos a calentar a fuego medio el azúcar, el azúcar avainillado, el agua y los cacahuetes (sin cáscara pero con la piel). Llegará un momento en el que el agua comience a hervir. En este instante, bajamos un poquito el fuego y vamos removiendo poco a poco para que la preparación no se nos pegue.
El agua del almíbar se irá reduciendo poco a poco. Llegará un momento en el que el almíbar se nos convierta en una especie de arena. En este instante, hay que subir la temperatura un poquito para que la "arena" se nos derrita y se pegue a los cacahuetes. Removemos con cuidado para que el caramelo se pegue bien a los cacahuetes y lo retiramos del fuego.
Hay que tener cuidado aquí porque si subimos el fuego mucho, el caramelo se volverá muy líquido y obtendremos una especie de piñonate - en lugar de garrapiñadas...
Cuando el caramelo arenoso se nos haya repartido por todos los cacahuetes, retiramos la olla del fuego y vertemos los cacahuetes garrapiñados sobre papel de hornear, procurando que nos queden más o menos separados.
Cuando estén fríos, pondremos nuestros cacahuetes garrapiñados en un tarro de cristal si queremos conservarlos. Aguantan mucho.
Y eso es todo. Espero que os haya gustado esta receta de garrapiñadas. Se trata de una receta muy sencilla e ideal para cuando sintamos la necesidad de algo dulce y rápido.
Hasta pronto!! Buen provecho!!!
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